Había una vez una zorra que corría por la nieve a toda velocidad porque le perseguía un búho con la intención de comérsela, y ella no encontró otro motivo más que saltar al interior de un arbusto.
la zorra estaba asustada por ver al búho volando alrededor de ella, más tarde, un venado de astas lustrosas empezó a comer del arbusto, dejando a la pobre zorra a plena vista.
- ¡Que estás haciendo, ¡necesito ayuda, un búho quiere matarme!, ¡Y este es el único escondite!-
El ciervo miró hacia donde le zorra apuntaba y se dio cuenta que sólo era un búho interesado en la zorra y no en el, así que añadió lo siguiente:
-La verdad amiga zorra, es que ese búho no me afecta, ni me puede hacer un rasguño. -
el venado continuó comiendo, haciendo que la zorra quedara a plena vista, y el búho la persiguió, hasta que la zorra huyó y se escondió en una madriguera de conejo. El día siguiente la zorra volvió a ser perseguida por el búho, y el venado comía de un roble con una ardilla dentro del árbol. La zorra se asusto tanto, que brincó al agujero del roble, la ardilla se asustó al ver que la zorra entró a su hogar, saltó para afuera, y se trepó por el venado, el búho pensó que sería mas fácil conseguir una ardilla de almuerzo y con un intento fallado de cazarlo, ¡le encajó sus garras al venado! El ciervo lo sintió, y actuó inmediatamente para alejar al búho, empezó a golpear sus astas contra la espalda para alejar al búho, pero él se sujetaba más fuerte, finalmente el búho agarro a la ardilla dejándole un doloroso rasguño al venado y la zorra salió de el agujero y dijo:
-¿Que pasa venado?¿No decías que ese búho no te podía hacer nada? La próxima vez que alguien te diga que necesita ayuda, no digas que no te afecta, porque muchas veces resulta dañando más a las personas que dijeron que no les hacía efecto, y casi nada a las que pidieron ayuda.
Moraleja
has el bien, sin mirar a quien.
Fábula del blog
la zorra estaba asustada por ver al búho volando alrededor de ella, más tarde, un venado de astas lustrosas empezó a comer del arbusto, dejando a la pobre zorra a plena vista.
- ¡Que estás haciendo, ¡necesito ayuda, un búho quiere matarme!, ¡Y este es el único escondite!-
-La verdad amiga zorra, es que ese búho no me afecta, ni me puede hacer un rasguño. -
el venado continuó comiendo, haciendo que la zorra quedara a plena vista, y el búho la persiguió, hasta que la zorra huyó y se escondió en una madriguera de conejo. El día siguiente la zorra volvió a ser perseguida por el búho, y el venado comía de un roble con una ardilla dentro del árbol. La zorra se asusto tanto, que brincó al agujero del roble, la ardilla se asustó al ver que la zorra entró a su hogar, saltó para afuera, y se trepó por el venado, el búho pensó que sería mas fácil conseguir una ardilla de almuerzo y con un intento fallado de cazarlo, ¡le encajó sus garras al venado! El ciervo lo sintió, y actuó inmediatamente para alejar al búho, empezó a golpear sus astas contra la espalda para alejar al búho, pero él se sujetaba más fuerte, finalmente el búho agarro a la ardilla dejándole un doloroso rasguño al venado y la zorra salió de el agujero y dijo:
-¿Que pasa venado?¿No decías que ese búho no te podía hacer nada? La próxima vez que alguien te diga que necesita ayuda, no digas que no te afecta, porque muchas veces resulta dañando más a las personas que dijeron que no les hacía efecto, y casi nada a las que pidieron ayuda.
Moraleja
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